CIUDAD DEL VATICANO — El chisme es el enemigo del sentido de comunidad y aceptación de una parroquia, dijo el Papa Francisco.

El Papa advirtió sobre los peligros de los chismes durante una reunión en el Vaticano el 25 de marzo con una parroquia de Rho, cerca de Milán, en el norte de Italia.

El chisme “mata”, dijo el Papa, antes de recomendar una “medicina muy buena” para detenerlo.

“Si tienes ganas de chismear, muérdete la lengua”, dijo el Papa.

El chismorreo, dijo, “es una plaga que arruina parroquias, familias y tantas otras cosas”.

El Papa describió a las parroquias como “lugares benditos” donde la diversidad de la Iglesia está representada al reunir diferentes “generaciones, realidades de origen, formas de servir y dones diferentes y complementarios”.

“Esta es la Iglesia”, declaró. “Cuando la Iglesia no es así, cae en la mundanidad, cae en el clericalismo que es una cosa fea”.

La parroquia, dijo el Papa Francisco, “es el lugar donde, siguiendo a Jesús, nos encontramos, nos conocemos, nos enriquecemos como personas de diferentes generaciones y orígenes culturales y sociales, descubriendo que cada uno tiene algo único para dar y recibir”.

Las parroquias deben seguir siendo lugares de acogida para quien entre, dijo. “Si eres sacerdote, es por eso; si estás en el consejo parroquial, es por eso: para abrir puertas, para abrir ventanas, para recibir siempre (a los demás) con una sonrisa y nunca decir 'ahora no'. Apertura total”.

El Papa Francisco también subrayó el valor de involucrar a los niños en las actividades parroquiales y celebrar Misas infantiles con regularidad.

La vida parroquial ofrece a los jóvenes la oportunidad de relacionarse con los ancianos de su comunidad, agregó, instando a los jóvenes a “hablar, debatir y escuchar a los ancianos, porque ellos les darán fuerzas para que puedan salir adelante llevando un pedazo de su historia de vida”.