La Arquidiócesis de Seattle contará con dos nuevos sacerdotes el 1° de junio, cuando el arzobispo Paul D. Etienne ordene a los diáconos transitorios Maximiliano Muñoz y Kyle Rink.
La Misa de ordenación comienza a las 10 a.m. en la Catedral de St. James, en Seattle, y será transmitida en vivo por medio de la página de Facebook de la arquidiócesis.
El Dcn. Muñoz es oriundo de Chile y ha enseñado en la escuela secundaria antes de responder al llamado al sacerdocio. Él habla inglés y español y disfruta de la lectura. El Dcn. Rink creció en Puyallup y trabajó como ingeniero civil antes de ingresar al seminario. Toca la trompeta y disfruta de la vida al aire libre.
Aunque ambos tienen diferentes intereses y provienen de lugares distintos, “los dos encarnan la kénosis de Jesús, o la auto entrega que es inagotable”, expresó el padre Justin Ryan, director para las vocaciones en la arquidiócesis. “Ellos tienen lo que parece ser una capacidad infinita de servir al pueblo de Dios”.
Una de las maneras en que esto se pone en evidencia, agregó el Padre Ryan, es por medio del carisma compartido de la escucha.
“Prestan atención a las personas y a cómo el Espíritu Santo obra a su alrededor”, manifestó, notando que estos hombres ayudarán a aquellos “cuyas vidas se mueven demasiado rápido como para escuchar la voz de Nuestro Señor”.
El padre Ryan agrega que la experiencia del Dcn. Muñoz en la enseñanza, y la pasión del Dcn. Rink por el ministerio Universitario/con jóvenes adultos, de seguro serán un regalo para nuestra gente joven.
En cuanto a sus primeras asignaciones, el Dcn. Muñoz será vicario parroquial en las parroquias de Todos los Santos y del Sagrado Corazón en Tacoma y en San Martin de Tours, en Fife. El Dcn. Rink será vicario parroquial en las parroquias de Nuestra Señora de Lourdes, San José y la Proto-catedral de Santiago el Mayor en Vancouver.
Puede encontrar las asignaciones para todos los sacerdotes de la arquidiócesis aquí.
Obtenga más información sobre nuestros ordenandos a continuación.
Maximiliano Muñoz
Edad: 28
Ciudad de origen: Santiago de Chile
Parroquia de origen: St. Benedict, Seattle
Padres: Natividad, mi abuela, ha sido mi figura materna a lo largo de mi vida.
Hermanos: 2
Santo Favorito: San Carlos de Foucauld
Oración favorita: Oración del Abandono de Charles de Foucauld o el Suscipe, atribuido a Ignacio de Loyola
Aficiones: Leer, tocar el órgano (aunque es solo aficionado), caminar a paso ligero.
¿Cómo era tu vida antes de unirte al seminario?
Trabajé como maestro de escuela secundaria católica y como ministro eclesial laico. Mi vida era bastante normal, ambos trabajos me llenaban y eran prometedores. Tenía una rutina firme de arduo trabajo, lo cual no me importaba, porque ¡me encantaban mis trabajos!
¿Quién fue la persona o cuál fue la experiencia que más influenció tu llamado al sacerdocio?
Aparte del don y el testimonio de fe de mi abuela, varios sacerdotes me inspiraron a aceptar este llamado. Agradezco especialmente a monseñor Juan Suárez y monseñor Bernardo Herrera (+), sacerdotes de Santiago de Chile, que me animaron y apoyaron en mi discernimiento. Tuve la oportunidad de trabajar con muchos sacerdotes diferentes a lo largo de los más de 5 años que trabajé para la Iglesia, y todos ellos me inspiraron de diferentes maneras.
¿Qué es lo que más esperas de ser sacerdote?
Celebrar los sacramentos para y con el pueblo, así como encontrar a las personas en los diferentes entornos de una parroquia. Me he sentido particularmente inclinado a trabajar con parejas que disciernen el matrimonio y parejas casadas que disciernen formas de mejorar su relación matrimonial. Espero poder ofrecer lo mejor de lo poco que tengo para caminar con ellos y ser discípulos juntos.
¿Qué te da esperanza sobre el futuro de la Iglesia?
La presencia activa del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia es mi única fuente de esperanza. En nuestra Iglesia local, Compañeros en el Evangelio me anima y me desafía a encontrar formas de ayudar a fortalecer nuestras parroquias y empoderar a nuestros ministros eclesiales laicos. Ya estoy esperando con ansias el programa pastoral de evangelización que vendrá después de esta iniciativa, y rezo para que el Espíritu Santo continúe guiando a nuestros obispos en este proceso.
¿Quién o qué te inspira?
El Papa Francisco es mi modelo sacerdotal. Su visión de la Iglesia me anima a aprender nuevas formas de vivir el sacerdocio con un espíritu de gozo. Su apertura al diálogo auténtico es, creo, un elemento clave para la evangelización de nuestra sociedad.
¿Qué carisma(s) crees que aportas al sacerdocio?
A lo largo de mi tiempo en el seminario, se me ha descrito como una persona alegre y efusiva. Algunos colegas también me han descrito como un predicador apasionado, incluso "teatral". Mi esperanza es que pueda poner en práctica toda la formación recibida en el seminario y ser un buen colaborador de mi pastor, y que el pueblo de Dios pueda seguir formándome y enseñándome a ser su sacerdote.
¿Qué te gustaría que los feligreses supieran de ti?
Que estoy profundamente agradecido por todo lo que han hecho por mí a lo largo de los años, y que, sin ellos, no estaría aquí.
Kyle Rink
Edad: 29
Ciudad de origen: Puyallup
Parroquia de origen: Todos los Santos, Puyallup
Padres: Robert y Stacia Rink
Hermanos: Andrew y Mikaela Rink
Santo favorito: Beato Pier Giorgio Frassati
Oración favorita: Coronilla de la Divina Misericordia
Pasatiempos: Cualquier cosa al aire libre; senderismo, viajar de mochilero, pesca, ciclismo, jugar fútbol. También tocar la trompeta, hornear y trabajar la madera.
¿Cómo era tu vida antes de unirte al seminario?
Asistí a la Universidad Estatal de Boise para estudiar ingeniería civil. Me involucré en actividades como la banda de música y el Centro de Estudiantes de San Pablo, donde descubrí el valor de la comunidad católica y disfruté participando de retiros, estudios bíblicos y, finalmente, de formar parte del equipo de liderazgo. Aquí es también donde escuché por primera vez un llamado al sacerdocio; sentía algo especial en mi corazón cada vez que veía al sacerdote ofreciendo Misa o brindando dirección espiritual. Aun así, quería usar mi título, así que acepté un trabajo en Seattle mientras continuaba discerniendo en comunidad en Vianney House. Aprendí mucho sobre la vida en el mundo real, fui testigo de la vida diaria de un sacerdote y, lo más importante, ¡aprendí que no estaba llamado a ser ingeniero!
¿Quién fue la persona o cuál fue la experiencia que más influenció tu llamado al sacerdocio?
Muchas personas, sacerdotes, laicos y religiosas, han moldeado profundamente mi vocación. La primera persona que me abrió a la posibilidad del sacerdocio fue Allan Grafe, el administrador del Centro Newman de mi universidad. Dio una charla sobre el discernimiento que hizo que me diera cuenta de que nunca le había preguntado a Dios qué quería para mi vida, y, sobre todo, que realmente no me había abierto a otras vocaciones además del matrimonio.
¿Qué es lo que más esperas de ser sacerdote?
Ayudar a las personas a encontrar a Cristo cuando atraviesan momentos difíciles en su vida. He visto el increíble efecto que puede tener un buen sacerdote, y espero ofrecer lo mismo a través de la gracia de Dios, a través de los sacramentos y a través de mi relación con el Señor.
¿Qué te da esperanza sobre el futuro de la Iglesia?
Cada vez que veo actos de fe desinteresados por parte de los católicos, encuentro una gran esperanza para el futuro sabiendo que Dios está obrando a través de ellos, ya sea una pareja joven que se compromete a casarse, una anciana que se abre paso en la capilla de adoración para el turno de la Hora Santa de las 3 a.m. o un acto de bondad al azar.
¿Quién o qué te inspira?
Lo que más me inspira es ver a personas que se entregan al máximo. Esto incluye santos y personas santas como el Beato Pier Giorgio Frassati, Santa Teresa de Calcuta y miembros de la familia, como mis padres, que se han dedicado a su familia dejando de lado sus propias necesidades. Esto me anima mientras busco entregar mi vida a Cristo y a su Iglesia.
¿Qué carisma(s) crees que aportas al sacerdocio?
Dios me ha bendecido con los dones de la compasión, la sencillez y la lealtad. Creo que seré el tipo de sacerdote que se dedica a su ministerio y está presente para las personas y sus necesidades. Espero usar mi amor por la música para embellecer la celebración de la Misa y mi amor por el aire libre para guiar a los jóvenes en aventuras donde puedan encontrar a Dios.
¿Qué te gustaría que los feligreses supieran de ti?
¡Que mi vida ha cambiado y que me he realizado totalmente al conocer y seguir al Señor Jesucristo, y deseo que cada persona tenga la misma experiencia!
Noroeste Católico — Junio/Julio 2024